No seamos aduladora |
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Escrito por Vasile |
Lunes 29 de Marzo de 2010 13:41 |
Un rey de Persia, tratando de elegir un buen asesor, llamado el palacio de un día en cinco de los ciudadanos más prominentes de la ciudad y dijo que: - Aquí tenemos cinco anillos en los dedos, que pagarán su sinceridad. Dime, sin lisonja, lo que dice de mi fuerza y magnanimidad? Ellos están asombrados por la belleza del anillo de diamantes y quería tenerlos, respondió el rey con muchos elogios que se debe no sólo a decirle a Dios. El rey pareció satisfecho y le dio a los cuatro anillos. Para el rey en silencio quinto instó a su opinión. - Creo, dijo, que no sean los que he hablado antes que yo. Creo que todo el poder, un rey, tenéis de Dios y se le ha facilitado para la gente buena le y una vez gobernante debe dar cuenta de cómo lo usa. - Creo que sí, "dijo el rey con satisfacción. - Pero tú no te dan el anillo, pero mi confianza y amistad. Usted siempre estará a mi lado como mi asesor, porque en ti he encontrado el hombre honesto y amigo que estaba buscando. Al día siguiente, cuatro viene muy apresure a decirle al rey que el comerciante que compraron anillos de diamantes falsos. Pero el rey dijo: - ¿Qué, crees que no saben que los diamantes son falsos? Yo alabo que me diste, acabo de dar diamantes falsos. Pagamos por igual por lo que llorar? Moraleja: Sea honesto con los demás significa ser honesto con usted mismo. |